El contacto físico para un vínculo más profundo con tu perro

La conexión entre humanos y perros es un vínculo verdaderamente especial, y tiene múltiples facetas en todas las formas en que interactuamos y confiamos mutuamente. ¿Sabías que algo tan simple como acariciar o tocar a tu perro puede fortalecer o debilitar el vínculo? Cada perro es diferente y tiene sus propias preferencias en cuanto a cómo disfruta de ser tocado. Asegúrate de analizar el lenguaje corporal de tu perro (o de cualquier perro) para determinar qué formas de contacto físico fortalecerán vuestro vínculo.
- Deje que el perro inicie el contacto
Así como debemos acostumbrarnos a nuevas personas, animales y circunstancias, los perros deben sentirse cómodos contigo antes de acariciarlos o acercarlos. Es especialmente importante enseñarles esto a los niños. En lugar de acorralar a un perro tumbado o extender la mano para acariciarlo si está más lejos, convéncelo a que se acerque a ti agachándote, dándote palmaditas en las piernas y llamándolo. Una vez que se sienta cómodo acercándose, deja que te huela y recopile información sobre ti. Si un perro se acerca a olfatearte o se para cerca, no es automáticamente una invitación a acariciarlo, así que permítele que se tome su tiempo y evalúe su comodidad antes de acercarte y tocarlo. Si se trata de un perro que no conoces bien o si sabes que a tu perro no le gusta que lo toquen en ciertas zonas, evita acariciarlo en esas zonas y, por lo general, evita la cabeza y el hocico. También es recomendable no tocar al perro de frente delante de su cara. Permitir que cualquier perro inicie el contacto al principio, especialmente si es un perro temeroso, es un paso fundamental para generar confianza.
- Conozca sus lugares favoritos y alcáncelos desde un costado.
Evita pasar la mano por encima de la cabeza de tu perro al acariciarlo, especialmente si no lo conoces. La mayoría de los perros tienen lugares favoritos donde disfrutan que los acaricien y rasquen. ¡Asegúrate de conocer los de tu perro para poder darle siempre lo que ama! Los lugares favoritos más comunes son la base de la cola (rasguños en el trasero), el pecho, los hombros, la base del cuello o la barriga. Quizás descubras que a tu perro le gusta que lo acaricien, le den palmaditas o lo rasquen en la parte superior de la cabeza, detrás de las orejas o la barbilla. Si te has tomado el tiempo de evaluar estos lugares favoritos, ¡comienza a acariciarlo! Si tu perro, o cualquier otro perro, muestra señales de incomodidad o miedo retrocediendo, lamiéndose los labios u otras señales, déjalo retroceder para que no se sienta atrapado. Acariciar siempre debe ser una experiencia positiva tanto para ti como para el perro, y hay veces en que un perro no lo ve como una recompensa o prefiere que lo dejen solo. ¡Siempre presta atención al lenguaje corporal y conoce a tu perro para que ambos se sientan cómodos y confíen el uno en el otro!
- Acurrucarse
Si tienes un perro al que le encanta acurrucarse, esta es una excelente manera de fortalecer su vínculo. Asegúrate de dedicarle un tiempo para que descanse la cabeza en tu regazo o lo abrace mientras ambos duermen. Esto puede permitir que tu perro se sienta seguro, querido y reconfortado, completamente a salvo y tranquilo. Puede mantenerlos en sintonía e incluso podrías detectar anomalías en la salud de tu mascota, como olores diferentes, bultos en la piel o zonas sensibles del cuerpo. El contacto físico regular es fundamental entre perros y dueños por diversas razones, ¡especialmente por la positividad! Acurrucarse puede estimular las hormonas que contribuyen a la felicidad y reducir el estrés para ambos: ¡todos ganan!
- Masaje
Masajear a tu perro no solo fortalece el vínculo, sino que también puede beneficiar diversas áreas de su cuerpo y mente. El masaje puede ayudar con la ansiedad y la tensión, si tu perro tiene artritis o problemas articulares, e incluso antes o después de realizar actividades físicas. Para un masaje adecuado, comienza por la parte superior del cuerpo y ve bajando con las palmas de las manos planas y movimientos amplios. Evita siempre las zonas que a tu perro no le gusta que le toquen y nunca presiones directamente sobre los huesos o las articulaciones. También puedes centrarte en una sola parte del cuerpo, como la base del cuello o la cola, para promover la relajación o si requiere más atención. Recuerda interpretar el lenguaje corporal de tu perro y dejar de masajearlo o tocarlo si parece temeroso, se retrae o siente dolor. ¡Ahora es el momento de consentir a tu perro con ese masaje, se lo merece!
- Tenga en cuenta la situación
Acariciar a un perro en ciertas situaciones puede ser indeseable. Por ejemplo, si está en un coche, detrás de una valla o incluso con correa, puede sentirse atrapado y aceptar menos afecto. Puede que esto no sea así con nuestros perros, ya que probablemente se sientan más cómodos con nosotros, pero siempre es recomendable tenerlo en cuenta para perros que no conocemos o incluso en situaciones en las que nuestro perro pueda sentir mayor ansiedad. El contacto físico y el vínculo siempre empiezan, ante todo, con la comodidad del perro y una base de confianza entre ambos.
¡Ahora, a acariciar, rascar, masajear y acurrucarse con ese peludo mejor amigo! Un vínculo profundo con un compañero canino es realmente invaluable.
Shay Siegel es una autora de literatura juvenil, escritora independiente y editora de Long Island, Nueva York. Obtuvo una licenciatura en la Universidad de Tulane y una maestría en Bellas Artes en Escritura del Sarah Lawrence College. Siempre amante de los animales, Shay tuvo varios gatos de pequeña. Ahora es mamá de Bernie, el pitbull rescatado más mimoso. Disfruta escribiendo sobre diversos temas y compartiendo su amor y conocimiento sobre los animales.

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